Esta es la segunda entrada sobre el que considero es uno de los temas más importantes que toca muchas vertientes y que sin duda debe abordarse desde la Política. Hablamos de la movilidad en la infancia y adolescencia, así como su autonomía.
En el primer vídeo dedicado a este asunto, hablamos de cuál es el grado de autonomía de nuestros niños y adolescentes, cómo se mueven y cómo nos movemos con ellos.
Ahora toca dar alguna cifra. Y aquí, malas noticias. Nuevamente nos encontramos con grandes diferencias. Y es que los niños, en los diferentes lugares (algunos muy cercanos) no disponen del mismo grado de autonomía. Debemos seguir hablando sobre este tema pero antes, ¿quieres conocer algún dato al respecto que tal vez te parecerá curioso? Entonce te propongo el «juego de la movilidad«, tienes que mirar el vídeo que tienes a continuación y si quieres entrar en el debate deja tu opinión en los comentarios.
Decir que vivimos en una sociedad mercantilizada y envueltos en publicidad no es decir nada nuevo. Está estudiado que en nuestro día a día recibimos entre 3.000 y 5.000 impactos publicitarios. !Qué barbaridad!, ¿no?
Y entre todos estos inputs, los ciudadanos que somos cada vez más exigentes con las administraciones y la calidad de los servicios públicos que recibimos, ¿vamos a ser capaces de seleccionar y poder enterarnos por ejemplo de mejoras en nuestros autobuses, plazas, escuelas u hospitales?
El márketing público compite en esa selva de mensajes. Ahora bien, el porcentaje de presupuesto destinado a marketing público o a comunicación si suena mejor así, de cualquier administración es de broma si lo comparamos con el de una empresa privada grande, y ya no digamos con una de gigante en las que seguro estás pensando como por ejemplo Coca Cola o Samsung y donde su presupuesto en marketing multiplica por 3 nuestro presupuesto en educación (1 millón de euros es el de la CAIB 2019).
Del márketing público al político hay una línea muy fina, ¿HAY POLÍTICA SIN COMUNICACIÓN? ¿HAY COMUNICACIÓN SIN POLÍTICA? Que más da, si hablamos hoy de márketing (y no necesariamente de guerrilla XD) de lo que se trata es de ganar y en este caso que tu mensaje sea el que se imponga, el que es mejor, más vistoso, más original, que te haga ver como nuevo algo que ya tuviste ayer. Eso es el márketing. Ahora tal vez uno pueda dudar si está o no justificado que se haga márketing público.
Dos argumentos rápidos sobre el vídeo del final de esta entrada y que justifican para mi una comunicación como la que ha hecho el Govern de les Illes Balears.
Uno de los principales problemas de nuestra sociedad es la violencia machista. Los datos a nivel estatal en general y en Baleares en particular son muy preocupantes y también entre adolescentes. Por ese motivo sin lugar a dudas, la educación es como siempre el camino hacia la solución.
En base a los datos que estoy obteniendo de la MiniEncuesta, los jóvenes de Baleares no dicen que no les interese la política, sino que la ven como algo muy alejado y que nada tiene que ver con ellos. Parece hablan un lenguaje distinto y algo debe hacerse para revertirlo.
Sólo por eso, sí está más que justificado para mi que se haga márketing público. Y me encanta que las administraciones públicas se esfuercen en comunicar las diferentes políticas, en segmentar sus mensajes con originalidad pues no todos usamos el mismo registro para comunicarnos y el caso de los jóvenes es más que evidente.
Aprovechando el inicio del nuevo curso escolar, vuelve la bendita rutina y vuelve la actividad al blog de MiniPolítica y su canal de YouTube.
Y para iniciar esta nueva etapa tan ilusionante (no sé si más para los padres que para los niños), he preparado una serie de vídeos sobre la movilidad que espero sirvan para motivar alguna reflexión sobre cómo son las entradas y salidas de los colegios y cuál es el grado de autonomía que tienen los niños y adolescentes . ¿Hay algo que se pueda hacer ya sea con cambios en nuestra rutina, medidas por los colegios o por la Administración?
Por cierto todos los astros se han alineado, es también la semana europea de la movilidad.
Muy cerca, entre nosotros, hay héroes y heroínas desconocidas. No los reconocemos porque no llevan capa ni antifaz. Tal vez hoy mismo te habrás cruzado con alguno y ni te habrás dado cuenta, pues sus rostros, no están en las carteleras de cines como tampoco son protagonistas de colecciones de cómics. Como superhéroes, por supuesto tienen superpoderes especiales y, vaya si son especiales. Son capaces de sacar lo mejor del ser humano para ayudar a otro ser humano.
Esta semana he sabido de una heroína de estas, muy cerca en mi ciudad, Palma. Una ciudad abierta al Mediterráneo. Ese mismo mar del que día sí, día también vemos su drama y tragedia en las noticias. Ese mismo mar, que es de todos y en vez de aprovecharnos de su riqueza para unirnos, hay gentuza como Salvini empeñado en cerrarlo. En emular a Trump como si un muro pudiese construirse sobre el mar y así dejar que personas mueran en el.
Y en eso que pasa en Palma mientras estamos ocupados que se llama vida, me ha conmocionado la historia de una joven socorrista argentina, que ni tan sólo estaba trabajando en ese momento salvó en unas condiciones muy difíciles a un niño senegalés de morir ahogado. La prodigiosa historia, no me hubiese golpeado tan adentro, de no ser por lo que dijo el niño de apenas 10 años: «pensé que no me ibas a sacar porque soy negro».
Expresiones como estas deberían avergonzarnos y hacernos reflexionar sobre nuestra sociedad. Hace falta cepillarla a contrapelo para sacar la caspa del racismo y la pobreza que en ella sigue incrustada. Ver así al desnudo lo que muchas veces se nos olvida o no queremos ver. Con datos de UNICEF, uno de cada tres niños, el 34,1%, se encuentra en riesgo de pobreza en Baleares, una situación que se mantiene desde 2013, según el informe La infancia en las Illes Balears.
Regresando a mi heroína de hoy, ¡vaya, casi me olvido! Ella se llama Macarena Cabrujo. Me encantaría felicitarla y abrazarla sin más. Quien sabe, tal vez me la cruce un día y pase sin darme cuenta por su lado. Muy probablemente no la reconocería. Pero bueno, seguro que no me lo tendrá en cuenta, pues ella no espera la fama, porque es una superheroína desconocida.
Muy cerca, entre nosotros, hay héroes y heroínas desconocidas. No los reconocemos porque no llevan capa ni antifaz. Tal vez hoy mismo te habrás cruzado con alguno y ni te habrás dado cuenta, pues sus rostros, no están en las carteleras de cines como tampoco son protagonistas de colecciones de cómics. Como superhéroes, por supuesto tienen superpoderes especiales y, vaya si son especiales. Son capaces de sacar lo mejor del ser humano para ayudar a otro ser humano.
Esta semana he sabido de una heroína de estas, muy cerca en mi ciudad, Palma. Una ciudad abierta al Mediterráneo. Ese mismo mar del que día sí, día también vemos su drama y tragedia en las noticias. Ese mismo mar, que es de todos y en vez de aprovecharnos de su riqueza para unirnos, hay gentuza como Salvini empeñado en cerrarlo. En emular a Trump como si un muro pudiese construirse sobre el mar para dejar que personas mueran en el.
Y en eso que pasa en Palma mientras estamos ocupados que se llama vida, me ha conmocionado la historia de una joven socorrista argentina, que ni tan sólo estaba trabajando en ese momento salvó en unas condiciones muy difíciles a un niño senegalés de morir ahogado. La prodigiosa historia, no me hubiese golpeado tan adentro, de no ser por lo que dijo el niño de apenas 10 años: «pensé que no me ibas a sacar porque soy negro».
Expresiones como estas deberían avergonzarnos y hacernos reflexionar sobre nuestra sociedad. Hace falta cepillarla a contrapelo para sacar la caspa del racismo y la pobreza que en ella sigue incrustada. Ver así al desnudo lo que muchas veces se nos olvida o no queremos ver. Con datos de UNICEF, uno de cada tres niños, el 34,1%, se encuentra en riesgo de pobreza en Baleares, una situación que se mantiene desde 2013, según el informe La infancia en las Illes Balears.
Regresando a mi heroína de hoy, ¡vaya, casi me olvido! Ella se llama Macarena Cabrujo. Me encantaría felicitarla y abrazarla sin más. Quien sabe, tal vez me la cruce un día y pase sin darme cuenta por su lado. Muy probablemente no la reconocería. Pero bueno, seguro que no me lo tendrá en cuenta, pues ella no espera la fama, porque es una superheroína desconocida.
Hace unos días publiqué un artículo sobre el derecho al juego que me aportó feedbacks muy muy interesantes. Algunos, de expertos en la materia que me reconocían que efectivamente este importante derecho estaba siendo atropellado, cuando menos olvidado. Sin lugar a dudas era señal de que habíamos tocado algún nervio, así que sigamos.
¿Qué pasa con el derecho al juego, del que no se habla casi nunca, ni figura en las agendas políticas? Será que los adultos ya casi nunca jugamos y por eso le restamos importancia. Si preguntásemos a un político de un gobierno local cualquiera, qué ha hecho su consistorio para garantizar este derecho, ya les avanzo yo, que la respuesta no sería tan sencilla como si por ejemplo le interpelásemos sobre otros derechos como pueden ser la educación, la movilidad o la vivienda.
¿Qué
pasa entonces con el derecho al juego? ¿Cómo encaja en las ciudades y en los
espacios públicos este importantísimo derecho para el desarrollo de los más pequeños?
Recordemos que el juego no sólo les empuja a descubrir, manipular, observar e
interpretar el mundo que nos rodea, sino que también puede ser útil para
transformarlo y mejorarlo.
¿Fomentan nuestros ayuntamientos el derecho al juego?
Para intentar obtener alguna respuesta uno puede ponerse a contar cuántos parques tiene Palma, o su municipio acudiendo por ejemplo a datos abiertos de Open Street Maps. En el caso de mi ciudad (Palma) comprobaremos que estamos en el vagón de cola.
Tal vez, también sea una buena idea acudir dinero público, esto es al presupuesto que dedica anualmente nuestro ayuntamiento a parques y jardines. En este caso en la siguiente tabla podemos ver cuánto se destina por habitante a esta área en los municipios de más de 5.000 habitanes de las Baleares. Datos de 2018.
I si nos fijamos en el top 25 de municipios de toda España que tengan más de 100.000 habitantes:
Ahora bien, deteniéndonos sólo en estos datos,
estaríamos errando el tiro, pues para entender el derecho a jugar de verdad, no
podemos limitarlo sólo a los parques infantiles.
Como bien definió el pedagogo e investigador que lleva años siendo referente en estos temas, el italiano Francesco Tonucci, el mejor lugar para jugar en la ciudad, es la ciudad en su conjunto. ¿Y quién les protegerá? Nuevamente, la ciudad es la respuesta correcta.
Los niños y niñas necesitan jugar a diario, y
necesitan hacerlo con otros niños en lugares fuera de las casas. Para ello, la
ciudad debe ser más segura. No en vano se dice que una ciudad más segura para
los niños es una ciudad mejor para todos.
Llegados a este punto, cabe preguntarse aun si es Palma una ciudad jugable. Los niños y niñas son los últimos en quienes se piensa en el momento de diseñar los espacios públicos (que no sean los parques infantiles). Pasa como con casi toda la política social para la infancia, que se diseña sin tener en cuenta la voz de sus destinatarios. Gran error, pues son ciudadanos también y reclaman (sin voz) su lugar en la ciudad.
Para avanzar, hay que hacer básicamente dos cosas: primero escucharlos, darles
protagonismo. Su opinión cuenta también y por eso en mi ciudad, estamos de
enhorabuena, desde hace poco más de un año Palma fue declarada por UNICEF
“Ciudad amiga de la infancia” y este es un paso en la buena dirección para
empezar a articular su participación en la esfera pública.
En segundo lugar, una vez escuchados, tan solo queda hacer efectiva la participación y esto significa hacer caso a sus propuestas.
Está
demostrado que sus propuestas pueden aportar soluciones originales y
alternativas a problemas colectivos de la ciudad -que no han generado ellos-.
Es más, algunas de sus ideas superan con nota las propuestas que realizan los
propios técnicos en sus respectivas áreas. Los niños hacen propuestas muy
inclusivas, interseccionales, esto es para todos los ciudadanos, espacios que
promueven mucho más intercambio y conexión de la que resulta de diseñar un
parque infantil vallado de 50m2 con el mítico columpio y tobogán o una zona de
gimnasia apta sólo para mayores.
Vamos con retraso. Hay lugares en el mundo que nos
llevan muchos años de ventaja. Sus exitosas experiencias deberían animar a los
políticos y administraciones a fomentar la participación infantil.
Pese
a que cualquier día debería serlo, el pasado día 28 de mayo se celebró el Día Internacional del
Juego y hay muchos motivos para tomarse en serio este asunto y hacer de Palma
una ciudad más jugable. Para ello, hay que estar dispuestos a creer y co-crear
con los niños, pero muy especialmente a jugar con ellos y la ciudad. Sabiendo
que, el juego es muy poderoso y que una vez se empieza a jugar y se disfruta
puede resultar difícil parar. ¿Jugamos?
Hablemos de algo muy serio: el juego. Jugar, para aquellos que no lo sepan, es un derecho reconocido dentro de la Convención del Niño de las Naciones Unidas.
El juego es clave para el aprendizaje, desarrollo y felicidad de los niños. Es un derecho y una necesidad. Los niños y niñas necesitan jugar a diario, y deben hacerlo con otros niños en lugares fuera de las casas. Para ello, las ciudades, los barrios y los espacios públicos deben ser más seguros. Seguir leyendo aquí el artículo completo publicado en Diario de Mallorca
Ayer participé como guía dentro del movimiento Jane’s Walk Palma. Fue una experiencia Muy enriquecedora y divertida. Preparé un recorrido por varios parques de la ciudad y como ésta, intenta encajar como puede el derecho al juego que tienen reconocido los niños dentro del artículo 31 de la Convención del Niño de las Naciones Unidas. Un paseo al más puro estilo peripatético para intentar encontrar la respuesta a si más allá de las zonas tradicionales y cerradas de parques infantiles es posible crear espacios públicos, permanentes, destinados a juego y la convivencia, a partir de los niños, pero en realidad destinatarios al conjunto de la ciudadanía.
Jugar no debe una cosa que esté lejos de casa. Por eso en la segunda parte quise hablar de la autonomía de los niños y su movilidad. Sin lugar a dudas incrementar su movilidad es el reto del futuro. En este punto les hice un quizz para sacar el debate algunas cifras sobre la autonomía y movilidad de los niños en España comparados con Reino Unido o Alemania. Menos de un 40% de los asistentes acertó. Si quieres intentarlo, lo puedes hacer aquí
Acabamos «a lo grande» en el parque de los parques, tal vez el más costoso de la historia del urbanismo infantil: el Parque de la Riera con el mega-castillo De Santos. 1,6 M € para comprobar cómo los niños no necesitan tanto para poder fomentar su creatividad, imaginación, socializarse con otros niños … Esto es, jugar.
El paseo terminó con un repaso a cosas que se podrían mejorar si incorporásemos la perspectiva de los niños y si co-creamos con ellos. Ejemplos en otros lugares nos deben servir para confirmar que las propuestas de los niños deberían ser tenidas en cuenta pues son muy inclusivas, sensibles, respetuosas y, proponen mucha diversión al tiempo que intercambio y conexión.
La politología como cualquier ciencia social necesita de la creatividad para analizar y entender con mayor claridad todo lo que sucede en nuestro entorno y, avanzar aunque sea unos milímetros en todo lo mucho que nos queda aun por aprender. Hay retos enormes por delante, el cambio climático, el envejecimiento poblacional, la sostenibilidad de los servicios públicos, la globalización, las nuevas formas de participación ciudadana… Y sin lugar a dudas, la politologia y las Ciencias Sociales juegan un papel fundamental.
¿Y la voz de los niños que pinta en todo esto? Mucho. Tal vez me equivoque pero quien sino los niños pueden aportar más creatividad a todo lo que nos envuelve y a todo lo que afecte al mundo en el que vivimos, que también es el suyo.
Dentro de la investigación social de MiniPolítica a través de la MiniEncuesta estoy preguntando a los adolescentes de Baleares su visión acerca de la política y espero poder completar la muestra para empezar a procesar los resultados muy pronto.
Mientras tanto hoy me he topado con este posdcast donde en un programa de radio preguntaban a los niños cómo elegirían ellos al mejor o la mejor presidenta del Gobierno. Escucharlo me ha alegrado el día y creo deberían estudiarse seriamente algunas de estas originales (y no tan originales pues sin saberlo estos niños han propuesto la elección mediante el sorteo que era un método usado en en las primeras democracias de la historia hará unos 2.000 años en las ciudades griegas.
Podríamos discutir sobre cada una de ellas. Sea como sea, merece la pena escuchar las propuestas que hacen los niños como método para elegir a una figura tan importante en la que todos nos podamos sentir representados.
Hoy hago una pausa y no hablaré de cómo avanza la investigación de MiniPolítica que lo hace a buen ritmo, ya que nuevos centros educativos se han sumado esta semana y están participando en la MiniEncuesta.
Hoy aún con la emoción y subidón del # 8M hago un vídeo para hablar de cosas serias como la igualdad. Un vídeo con algunas reflexiones que quiero hacer en voz alta: ¿crees que Barbie y Frozen son un modelo a seguir para nuestros hijos?, ¿crees contribuyen a progresar y avanzar hacia una sociedad más igualitaria?
En cualquier cosa podemos encontrar aspectos positivos.
Una sociedad más igualitaria es posible y mediante el juego también lo debería ser. De eso intenta ir este vídeo.