Así fue la creación de Lexie

El proceso creativo detrás de «Lexie, la niña que cambió el mundo» fue una travesía llena de desafíos y descubrimientos. Marta Durán, la joven y talentosa ilustradora del cuento, nos comparte cómo fue dar vida a este encantador personaje.

Marta comenzó realizando bocetos de un personaje con una apariencia muy diferente al resultado final. Además de estos bocetos, hizo pruebas de color, expresiones faciales y algunas ilustraciones pintadas. Sin embargo, al presentar su trabajo a los profesores que corregirían el proyecto, le sugirieron empezar desde cero. Aunque fue un golpe duro debido al esfuerzo ya invertido, Marta también sentía la necesidad de redefinir la estética y los colores del cuento.

En busca de inspiración, Marta decidió utilizar como referencia los personajes de las primeras versiones del juego Animal Crossing. Optó por un personaje más bajo, cabezón y un poco rechoncho para representar mejor a una niña pequeña, dando así la sensación de ser blandita y tierna. Nuevamente, realizó pruebas de color y diseño de expresiones faciales para el nuevo personaje de Lexie.

Aprovechando las ilustraciones avanzadas del trabajo anterior, Marta utilizó algunas como base o referencia para crear el storyboard. Luego, dibujó los nuevos bocetos desde cero, los imprimió en tamaño A3 o superior y los transfirió a papel de acuarela para pintar todas las ilustraciones a mano con una técnica mixta.

Con todas las ilustraciones terminadas, Marta les sacó fotos y corrigió el color y la iluminación utilizando Lightroom. Posteriormente, pasó las imágenes a Procreate, donde corrigió errores de dibujo y eliminó manchas o texturas no deseadas.

El resultado de este arduo trabajo es «Lexie, la niña que cambió el mundo», un cuento que no solo narra una historia inspiradora, sino que también refleja el esmero y la dedicación de su creadora en cada página.

¡No te pierdas la oportunidad de tener este maravilloso libro! Adquiere tu copia de «Lexie, la niña que cambió el mundo» y descubre como un cuento para pequeños puede hacer pensar a los grandes.

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