Esta es la segunda entrada sobre el que considero es uno de los temas más importantes que toca muchas vertientes y que sin duda debe abordarse desde la Política. Hablamos de la movilidad en la infancia y adolescencia, así como su autonomía.
En el primer vídeo dedicado a este asunto, hablamos de cuál es el grado de autonomía de nuestros niños y adolescentes, cómo se mueven y cómo nos movemos con ellos.
Ahora toca dar alguna cifra. Y aquí, malas noticias. Nuevamente nos encontramos con grandes diferencias. Y es que los niños, en los diferentes lugares (algunos muy cercanos) no disponen del mismo grado de autonomía. Debemos seguir hablando sobre este tema pero antes, ¿quieres conocer algún dato al respecto que tal vez te parecerá curioso? Entonce te propongo el «juego de la movilidad«, tienes que mirar el vídeo que tienes a continuación y si quieres entrar en el debate deja tu opinión en los comentarios.
La verdad que los datos son para tener muy en cuenta y no hubiese dicho que las diferencias fuesen tan grandes.
Tengo varios planteamientos al respecto que creo que harán que todo al final ayude, que nos define un poco como sociedad.
El 1ro es que por mucho que eduquemos en libertad en su aspecto más amplio, realmente no lo hacemos y lo que se hace como padres es proteger a los niños y niñas en lugar de enseñarles a vencer esas dificultades. No se quiere sufrir ni pasarlo mal por tanto me aseguro de ir a buscar a mi hijo o hija y así sé que todo irá bien, en lugar de confiar en él o ella y saber que hará las cosas bien ( porque así se le ha educado) para venir a casa
El 2ndo son los horarios laborales que nada tienen que ver con los escolares y los niños y niñas tienen que pasar el tiempo entre colegio o actividades extraescolares para que los padres puedan realizar tareas laborales o algún recado, con lo que lo fácil es recoger a los niños y llevarlo a casa, en lugar de ofrecer una educación más tranquila y pausada donde el centro de atención sea el niño o la niña. Es esencial dedicar tiempo y tiempo de calidad a los niños y niñas para que estos aprendan y aprendan bien.
El 3ro habría que comparar a que distancia hay institutos en cada país. Hay que reconocer que en España hay muchos institutos ( siempre hacen falta más) y no suele ser necesario en las grandes ciudades tener que coger transporte público para ir porque se puede ir andando. Quizás el problema más grande venga en los pueblos, que estos en muchos si que tengan transporte escolar ( que no sé si se habré contado)
Mi percepción es que la mayoría de adolescentes van caminando… Por la cercanía del centro educativo.
Aquí la cuestión de fondo no es tanto en este caso , las políticas que se hacen ( que también ayudan) de transporte , como la implicación de la educación y el tipo de educación de los padres y principalmente y fundamentalmente la conciliación REAL del trabajo con la educación de la infancia!