Hablemos de algo muy serio: el juego. Jugar, para aquellos que no lo sepan, es un derecho reconocido dentro de la Convención del Niño de las Naciones Unidas.
El juego es clave para el aprendizaje, desarrollo y felicidad de los niños. Es un derecho y una necesidad. Los niños y niñas necesitan jugar a diario, y deben hacerlo con otros niños en lugares fuera de las casas. Para ello, las ciudades, los barrios y los espacios públicos deben ser más seguros. Seguir leyendo aquí el artículo completo publicado en Diario de Mallorca